Nevermore

Ha muerto otro poeta. Las noticias de la muerte de alguien no tienen para mí el mismo sabor desde hace unos meses. Antes era un conocimiento digamos teórico, muy serio, desde luego. Ahora es diferente. La persona más íntima se convierte en algo tan remoto como los etruscos. Sólo recuerdos; en el mundo físico, exterior, ni un sólo rastro. ¿Qué es esta vida, Adelaida? Aunque flisiamos a la vida entera, flisiamos a un instante. Vamos al grano: "por favor, uno con leche y un descafeinado de sobre".

Música en alguna parte

 

El poeta Fruela Fernández, autor de Folk, me descubre este músico: Pablo und Destruktion. Un video seco, recio, apaisanado.

Leopardi

Cuando la mermelada llega al cuello lo mejor que puede hacerse es recitar en voz alta algunos Cantos de Leopardi. Ayer, de madrugada, un hombre leyó en voz alta en el gran dormitorio de su palacio en ruinas un par de esos maravillosos poemas. Leyó La Ginestra, L'Infinito, A se stesso. Los leyó con la voz ronca por el tabaco. Los leyó para el vacío, para la eternidad, para nadie, para ella, para sí mismo. Los versos resonaban, con rabia, con delirio, en el silencio de la noche.

Tiroteo

-Me he enterao de la noticia. Norabuena.
-Gracias. Estamos contentísimos.
-¿Y de cuánto estás?
-De ocho meses.
-¿Es el primero, no? ¡Qué alegría! 
-Sí, estamos como locos.
(Ruido de disparos).
-Pero, qué coñ... ¿Laura? ¡¡¡Laura!!! 

Hay mucha competencia

-¿Qué tal te va la vida?
-La vida, no sé. Yo mejoro mi currículum.
-Que tengas suerte.
-Sí, eso esp... ¡ah!¡Ah, qué dolor!
-¿Qué te pasa?
-Aquí en el pech... Mierd... (muere).

Sabiduration

Nada que decir sobre la sabiduría, aunque dicen que es mejor tenerla que no tenerla. Parece que no se vende en farmacias ni hay que pagar impuestos por ella. Me imagino el parto de Dante Alighieri: ¿cómo sería la habitación? A mí a idiotez no me gana nadie, por eso no milito en ningún partido político ni participo en ninguna tertulia de TV. Los grandes escritores han tenido su punto de sabiduría: Cervantes, Dante, Shakespeare, Homero, Ariosto y la ganadora del Premio Nadal que no sé quién es, pero seguro que es tan buena como Tolstoi. El negocio de la literatura, señora. En la ciencia, igual: cuantos más papers publiques, mejor. Tal como está montado el sistema, en la ciencia sólo prosperan los ignorantes hiperespecializados que además sean cucos. Para triunfar en esta vida no basta con ser inteligente, hay que ser astuto. Un Newton vale más que 5.000 físicos de nuestros días. En todo hay vulgo, lo mismo en la albañilería que en la poesía.