Tanatoterapia para todos

Remiembras esa conversa en todo un callejón de Londres entre Orwell y Swift. Dos plumíferos. "Huele a petróleo" le dice Orwell. Un olor unknown para el satírico cuyo epitafio dice, si es que no reza: Ubi saeva indignatio ulterius cor lacerare nequit. Ningún lugar es más hospitalario que la tumba. Allí no da el aire, ni pican las pulgas. Preguntad a los muertos si quieren volver a la vida: os dirán que no con la cabeza.

3 comentarios:

  1. Jaja, no les pregunto nada por si acaso mueven la cabeza...
    Hospitalario es un corazón, una mirada, hasta una despedida se puede llevar a cabo con amor, pero una tumba; no me hago a la idea.
    No sabía que existia la palabra Tanatoterapia, creía que te la habías inventado.

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  2. La última frase de esta entrada la tomé prestada de Schopenhauer. Está en el impresionante ensayo que dedica a la muerte, en la segunda parte de "El mundo como voluntad y representación".

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  3. Puntualizo: El muerto te dirá no con la calavera.

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