Gregor Samsa

Al despertar Gregorio Samsa una mañana, tras un sueño intranquilo, encontróse en su cama convertido en un monstruoso insecto...

¿En qué clase de "insecto" se convierte Gregor Samsa? Nabokov quiso resolver el problema. Nabokov era entomólogo aficionado. Estupendo. Según Nabokov no se trata de una cucaracha (como todos entienden) sino de un escarabajo. Qué tontería. Con esa pedante y ciega precisión Nabokov olvida lo más importante: el bicho, sea cual sea, es una metáfora. Kafka escribe Ungeziefer.  Esta palabra no tiene traducción exacta. Significa una clase de bichos asquerosos, pequeños (esto es importante) y potencialmente nocivos. Puede ser una cucaracha o un escarabajo, un piojo o una chinche. Schopenhauer escribe la misma palabra en un pasaje de El mundo como voluntad y representación. Dice Arturo: die Intestina der Intestinalwürmer und das Ungeziefer des Ungeziefers haarklein gekannt (se conocen con pelos y señales los intestinos de los gusanos intestinales y los bichos de dentro de los bichos). Para el traductor del filósofo, en la edición que consulto, Ungeziefer es "sabandija". Friedrich Engels escribe la misma palabra en La condición de la clase obrera en Inglaterra cuando describe cómo se encontró el cadáver de una mujer que murió en Londres en la mayor miseria: und dann fand er sie ganz abgemagert und über und über von Ungeziefer zerbissen (el médico la encontró totalmente demacrada y mordida en todas partes por las chinches -o los parásitos o las pulgas...).
Gregor Samsa es un pececillo de plata: fotófobo, diminuto, asqueroso, áptero, inofensivo, que vive en los rincones. Deje de mariposear, señor Nabokov. Gregor Samsa no es un escarabajo: es un hombre.

Mirlo acuático


Este mapa no muestra nada relacionado con el miserable ser humano. No se trata de guerras, ni de refugiados, ni señala territorios donde las emisiones de gases tóxicos sean especialmente altas o donde las desigualdades sociales sean mayores El mapa indica la presencia del Mirlo acuático Cinclus cinclus. Un pájaro de río que he visto hoy por primera (y probablemente última) vez. Lo que le sobra a este mapa son, naturalmente, las estúpidas fronteras. ¡Bastante le importa al mirlo acuático si come insectos en un río de Irán o de Suecia!