Vuelta a Brines

Un día no serás, y nunca el mundo
sabrá que pudo ser siempre más bello
con sólo retenerte. Yo soy ese testigo
que canta, sin furor, tanta demencia.
Soy yo quien ha vivido
la desventura de tu muerte. Eso que nadie,
ni tan siquiera tú, sospecha que ha ocurrido.


Cuando pensamos en alguien queridísimo que hemos perdido estos versos de Brines son muy emocionantes. Pero cambiemos ese "tú" amado del poema por otra clase de sujeto mortal. Imaginemos que ese "tú" se refiere a Donald Trump o Vladimir Putin o Tayyip Erdogan o el rey de Arabia Saudí, por citar a cuatro antropoides tan poderosos como asquerosos y repugnantes. Entonces el poema suena a chiste. Entonces la elegía se convierte en parodia: Un día no serás, y nunca el mundo sabrá que pudo ser siempre más bello con sólo retenerte. 
         Si se cambia el verbo "retener" por "eliminar" el poema deja de provocar carcajadas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario