Die Flucht ohne Ende

Richard Beer-Hofmann, Ernst Cassirer, Hermann Broch, Ernst Toller. Estando a salvo (emigraron a USA) no sobrevivieron mucho tiempo a la catástrofe de su época. Los dos primeros murieron en Nueva York en 1945. Broch en Connecticut en 1951 (Arnold Schonberg murió ese mismo año en Los Ángeles). Ernst Toller se adelantó un poco más: falleció en Nueva York en 1939. Franz Werfel murió en 1945 en Beverly Hills. De todos esos emigrados el más conocido es Albert Einstein. Ninguno de ellos volvió a pisar Europa (otros, como Adorno, Hannah Arendt, Max Horkheimer, Brecht, Ernst Bloch o Thomas Mann sí lo hicieron acabada la guerra). 
     Imposible comprender la dimensión de esa catástrofe. De todas estas historias de intelectuales judíos tal vez la más triste sea la de Walter Benjamin. Se me olvidaba Stefan Zweig. Como en el relato de Joseph Roth, fue una "fuga sin fin".

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