No te agobies

Iª q. 46 a. 1 co. Respondeo dicendum nihil praeter Deum ab aeterno fuisse. (Respondo diciendo que nada excepto Dios puede ser eterno). Pues muy bien, pues vale. Me alegro por él, por el doctor Angélico. Eres uno de esos pedantes de los que se burlaba Cervantes en el prólogo del Quijote.
          Il me semble que, si le despotisme venait à s'établir chez les nations démocratiques de nos jours, il aurait d'autres caractères: il serait plus étendu et plus doux, et il dégraderait les hommes sans les tourmenter. ¿Ahora en francés? ¿Fútbol? ¿Fútbol? Gol! O cualquier otra gol-osina. Dubai. Un Rolex. Cartier. Ferrari. 
         Da ist keine Hoffnung im Tod, er ist nur eine einfachere, das Leben eine verwickeltere, organisiertere Fäulnis, das ist der ganze Unterschied! (La muerte no es una esperanza; es sólo una putrefacción más sencilla que la más desarrollada y organizada putrefacción de la vida; esa es toda la diferencia). Pues estupendo. Me alegro. Worin es fault es fault es fault.
         Worin es fault. Otra pista de despegue en el aeropuerto de Munich o de Bratislava.
        Si l'idée de la mort, dans ce temps-là, m'avait assombri l'amour, depuis longtemps déjà le souvenir de l'amour m'aidait à ne pas craindre la mort. Car je comprenais que mourir n'était pas quelque chose de nouveau, mais qu'au contraire depuis mon enfance j'étais déjà mort bien des fois. Desde la infancia hasta la edad adulta. Desde la Edad Media hasta nuestros días. Altamira fue ayer. La tierra sigue dando vueltas, con nosotros para divertir al universo, cada vez más agotada, alrededor de una estrella cada vez más débil. 
        A este ritmo de acabamiento llenaremos de huesos la corteza terrestre. Qué lástima hombre de des-humanidad. Fuiste uno de esos ingenuos que creyó que la cultura mejora a los hombres. Vaya festival de citas. Nos refina un poco, pero, ¿elimina la bestia que llevamos dentro? No exageres, hombre. ¿Que no exagere? Mira las noticias. Repasa la historia. Eso sin considerar las bromas macabras del destino, en las que la malicia humana no interviene. Vive tranquilo, hombre, no te agobies. No me seas cioran. Tienes salud y trabajo, ¿de qué te quejas? 

Un poema de Zbigniew Herbert

INFORME DE LA CIUDAD SITIADA

Demasiado viejo para llevar armas y luchar como los demás
me dieron generosamente el papel inferior de cronista
escribo -no sé para quién-  la historia del sitio

Se supone que debo ser exacto pero no sé cuándo empezó la invasión
hace 200 años en diciembre en setiembre quizá ayer al amanecer
aquí todos sufren una pérdida del sentido del tiempo

todo lo que hemos dejado es el lugar el apego al lugar
aún gobernamos sobre las ruinas de los templos espectros de jardines y casas
si perdemos las ruinas no quedará nada

escribo lo que puedo al ritmo de interminables semanas
lunes: comercios vacíos una rata es la unidad monetaria
martes: el alcalde asesinado por asaltantes desconocidos
miércoles: negociaciones para un alto al fuego -el enemigo ha capturado a nuestros mensajeros
no sabemos dónde sostienen que es el lugar de la tortura 
jueves: tras una asamblea violenta la mayoría de las voces rechazan
la moción de los mercaderes de especias para una rendición incondicional
viernes: se declara una epidemia sábado: nuestro invencible defensor
N.N. se suicida domingo: no queda más agua repelemos
un ataque en la puerta oriental la llamada Puerta de la Alianza 

sé que todo esto es monótono no puede conmover a nadie

evito todo comentario reprimo mis emociones me limito a los hechos
sólo los hechos parece que se aprecian en los mercados extranjeros
sin embargo con cierto orgullo me gustaría informar al mundo
de que gracias a la guerra hemos criado una nueva especie de niños
a nuestros niños no les gustan los cuentos de hadas juegan a matarse
despiertos y dormidos sueñan con sopa con pan con huesos 
igual que los perros y los gatos 

al atardecer me gusta caminar cerca de los puestos de avanzada de la ciudad
a lo largo de la frontera de nuestra incierta libertad
miro a los enjambres de soldados bajo sus luces
escucho el ruido de los tambores gritos bárbaros
verdaderamente es inconcebible que la ciudad aún se defienda
el sitio ha durado largo tiempo los enemigos tienen que turnarse
nada les une excepto el deseo de nuestra aniquilación
Godos Tártaros Suecos las tropas del Emperador regimientos de la Transfiguración
quién puede contarlos
los colores de sus estandartes cambian como el bosque en el horizonte
del delicado amarillo de los pájaros pasan al verde al rojo al negro invernal

así al atardecer liberado de los hechos puedo pensar
en lejanos y antiguos asuntos por ejemplo en nuestros
amigos de más allá del mar sé que simpatizan sinceramente 
nos envían harina manteca de cerdo sacos de consuelo y buenos consejos
ni siquiera saben que sus padres nos traicionaron
nuestros antiguos aliados en el tiempo del segundo Apocalipsis
sus hijos no tienen culpa merecen nuestra gratitud por tanto somos agradecidos
no han conocido un sitio tan largo como la eternidad 
los golpeados por la desgracia siempre están solos
defensores del Dalai Lama Kurdos montañeros afganos 

mientras escribo estas palabras los partidarios de la conciliación
han ganado sobre el partido de los inflexibles 
la normal vacilación en los ánimos el destino aún está en la balanza 

los cementerios crecen el número de los defensores disminuye
pero la defensa continúa continuará hasta el fin
y si cae la ciudad y escapa un sólo hombre
llevará consigo la ciudad por los caminos del exilio 
será la ciudad 

miramos en el rostro del hambre en el del fuego en el de la muerte
y en el peor de todos -el rostro de la traición
y sólo nuestros sueños no han sido humillados